Los refrescos con fructosa engordan más que su mero aporte calórico
Según una investigación de científicos españoles, las bebidas refrescantes endulzadas con fructosa, muy comunes en nuestra dieta, tienen un efecto sobre la obesidad mayor que el debido a las calorías que contienen. La ingesta excesiva de fructosa puede producir una alteración metabólica, con resistencia a la leptina incluida, que suponga una notable tendencia a engordar.
Los azúcares pueden presentarse en dos variedades: los monosacáridos (como la fructosa o la glucosa), que son unidades básicas de azúcar, o disacáridos, como el azúcar blanco, que son la unión de dos monosacáridos. Aunque tienen la misma cantidad de calorías, el organismo los metaboliza de distinta manera. La fructosa es el azúcar de la fruta, y siempre había sido considerado un buen edulcorante pues, al contrario que la glucosa y otros carbohidratos, no produce aumento de insulina.
Sin embargo, ahora se ha demostrado que la fructosa, consumida en gran cantidad, produce ciertos desequilibrios de consecuencias nefastas a la hora de mantener o alcanzar un peso saludable. Eleva el nivel de triglicéridos en la sangre y deteriora el equilibrio energético del organismo, dificultando la asimilación de calorías. La consecuencia es una marcada tendencia al sobrepeso o la obesidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario