1 kgr. carne de cordero troceada (pecho o espalda),
50 gr. manteca,
250 gr. cebolla,
2 cucharadas de harina,
100 cc. vino blanco seco,200 cc. caldo de carne o agua, una hoja de laurel, una ramita de hierbabuena,
3 granos de pimienta, sal.
Elaboración.
Salpimienta la carne, cortada en trozos, y adereza con las hierbas secas. Calienta en una cazuela la manteca, añade los ajos pelados y deja que se doren un poco. Aparta los ajos y reserva aparte.
Añade la carne a la cazuela y deja dorar a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Una vez bien dorada, añade la cebolla picada fina y deja que se cocine con la carne, hasta que quede tierna.
Incorpora la harina, remueve un poco y moja con el vino blanco, removiendo a fuego vivo. Una vez haya evaporado el alcohol cubre con caldo o agua, lo suficiente para que cubra, y el laurel. Deja cocer a fuego medio unos 25-30 minutos, o hasta que el cordero quede muy tierno.
En el último momento, maja en el mortero los ajos fritos reservados junto con la hierbabuena y la pimienta. Añade al guiso y deja acabar la cocción unos minutos.
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